La relación que hay entre las aves y los bosques, es que estas los utilizan tanto para hacer sus nidos como para buscar alimento. Aunque ciertas aves rapaces ponen sus nidos en los acantilados, siguen utilizando el bosque para buscar y capturar a sus presas.
Las aves son un tesoro de Las Arribes. Gracias a ellas se comenzó a plantear la conservación de este espacio inigualable, donde bosque, pastos y suaves riveras desembocan en alturas
de vértigo y cañones inimaginables. Las aves son imprevisibles, cambiantes, con extraños antojos. Unas deciden vivir en cantiles sin final, otras en espesuras impenetrables. Las hay que rehuyen al ser humano y las que le buscan para criar junto a él. Algunas se pasan el día en el suelo, tras no tocan tierra. Unas no bajan de los árboles, y otras no salen de los ríos. Pero todas ellas tienen algo en común.
Arribes es un lugar muy importante para las aves, y allí viven casi 200 especies diferentes, de las cuales un centenar cría en el Parque.
Podemos observar rapaces de todo tipo. Enormes buitres de más de dos metros de envergadura y pequeños cernícalos de poco más de 30 centímetros. Crían en roca o en árboles. Todos las temen y se ocultan de ellas, porque tienen la función de controlar las poblaciones de presas y limpiar el campo de carroñas.
Expertos voladores, hacen las delicias de los observadores con interminables acrobacias a
velocidades increíbles. Algunas viven en las zonas más agrestes, y otras en nuestros pueblos. Y son responsables de eliminar millones de insectos cada año. Algunos ejemplos son: la golondrina común, el vencejo común...
Habitantes de los ríos: Viven en el agua o se alimentan allí. Los hay que sólo van a comer y otros no se separan de las orillas. Algunos cogen insectos y otros capturan peces. Algunos ejemplos son: la garza real, el cormorán grande...
Dueños de los cantiles: Allí viven y crían. Y si pueden elegir, no los abandonan nunca. Comparten casa con las rapaces, las golondrinas, los vencejos y otras aves.
Ocupas de árboles y arbustos: Se localizan en la parte alta de los cañones. Algunos escondidos entre las ramas y otros en lo alto, atentos y vigilantes. Los hay que sólo se dejan oír,siempre ocultos (petirrojo, abubilla...)
